Un día de diciembre, Jacinta, una niña de casi doce años, y su padre llegan a la estancia que ha pertenecido a su familia desde mediados del siglo XIX. Es el inicio del receso escolar, de las vacaciones de verano y del viaje de reconocimiento y reparación que emprende la protagonista de esta bellísima novela. El entorno rural en el que transcurre la historia es el escenario perfecto en el que se mezclan la magia, la superstición, las tradiciones, los sueños y ensueños, las voces que solo ella escucha, sus temores. El despertar sexual, el camino iniciático, la soledad, el amor y el desamor están presentes en esta saga familiar que va desde la infancia a la adultez de Jacinta quien debe transitar un camino lleno de obstáculos y que, además, debe enfrentarse a un hallazgo fortuito: el diario que comenzó a escribir su madre cuando ella tenía tan solo un año de edad y que será fuente de grandes revelaciones.