¡ENVÍOS SIN CARGO EN ARGENTINA PARA COMPRAS QUE SUPEREN LOS $AR 45000!

Publicada en 1940, Sapphira y la joven esclava es la última novela que Willa Cather escribió antes de morir. Representa, pues, su testamento literario y un regreso a los escenarios de su infancia, en un retrato retrospectivo del viejo Sur que se desvanece, con el telón de fondo de la esclavitud y su progresiva abolición.

Black Creek Valley, Virginia, 1856. Sapphira Colbert es una de las pocas propietarias que mantienen esclavos en sus tierras. Una práctica que su marido, Henry, considera cada vez más difícil de defender. Sapphira, matriarca implacable, confinada a una silla de ruedas, maneja con mano de hierro la propiedad con ayuda de su fiel criada negra, Till, y de la hija de esta, la joven y bella Nancy. Henry es dueño de un molino, pero no solo trabaja en él, sino que duerme allí cada vez que puede ya que su matrimonio constituye una mera formalidad. La vida de Sapphira es monótona. Tiene mucho tiempo para pensar, y cuando descubre que su marido desea que solo sea Nancy quien ordene su habitación en el molino, empezará a sospechar de ellos y su ira hará que se desate un enorme poder de resentimiento contra la niña esclava.

 

Willa Cather

En 1896 se mudó a Pittsburgh y empezó a trabajar en la revista femenina Home Monthly, y más tarde como crítica de teatro en el Pittsburgh Leader. Willa Cather comenzó a escribir tarde, a los 36 años, bajo el influjo de Henry James, cuyo estilo abandonaría pronto para adoptar una voz personal. Su primera colección de cuentos, The Troll Garden, se publica en 1905, y contiene alguno de sus relatos más famosos, como «El caso de Paul». En 1906 se trasladó a Nueva York, donde le ofrecieron un puesto para trabajar en la McClure’s Magazine. Sería en esta ciudad donde se estableciera con la que se convertiría en su compañera de por vida, Edith Lewis, a la que nombraría albacea literaria. Tras la publicación de su primera novela, Alexander’s Bridge (1912), su primer éxito fue Pioneros (1913), que narra la vida en la frontera, y que se integra en la llamada «Trilogía de la Pradera», que se completa con El canto de la alondra (1915) y Mi Ántonia (1918). La trilogía, influenciada poderosamente por la obra de la escritora Sarah Orne Jewett, cosechó un enorme éxito, y fue alabada por su capacidad de hablar con un lenguaje común de los asuntos de la gente humilde. Con Uno de los nuestros (1922) se alzó con el premio Pulitzer. Completan su producción La casa del profesor (1925), La muerte llama al arzobispo (1927) o Lucy Gayheart (1935). En 1940, en un clima de desánimo motivado por la posibilidad de intervención de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial, Cather escribió su última novela, y la más oscura y amarga entre las suyas, Sapphira y la joven esclava que volvía a los escenarios de su infancia, y que se considera su testamento literario. La novela fue un éxito de crítica y de lectores, y marcó uno de los hitos de su autora. Reputada como una de las grandes damas de la narrativa norteamericana, murió en Nueva York en 1947. Willa Cather nació en Black Creek Valley, cerca de Winchester, en Virginia, en 1873. Su familia era de origen galés y alsaciano, y cuando tenía nueve años se mudó a Nebraska, donde pasó su infancia rodeada de aventureros y campesinos de sangre ardiente, y donde conoció la vida de los pioneros.

Sapphira y la joven esclava, de Willa Cather - Impedimenta

$29.900
¡No te lo pierdas, es el último!
Sapphira y la joven esclava, de Willa Cather - Impedimenta $29.900
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Delibooks Gorriti 119 - Local 64, Paseo El Aljibe, Lomas de Zamora. Atención Lun. a Sab. de 13 a 19 h

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Publicada en 1940, Sapphira y la joven esclava es la última novela que Willa Cather escribió antes de morir. Representa, pues, su testamento literario y un regreso a los escenarios de su infancia, en un retrato retrospectivo del viejo Sur que se desvanece, con el telón de fondo de la esclavitud y su progresiva abolición.

Black Creek Valley, Virginia, 1856. Sapphira Colbert es una de las pocas propietarias que mantienen esclavos en sus tierras. Una práctica que su marido, Henry, considera cada vez más difícil de defender. Sapphira, matriarca implacable, confinada a una silla de ruedas, maneja con mano de hierro la propiedad con ayuda de su fiel criada negra, Till, y de la hija de esta, la joven y bella Nancy. Henry es dueño de un molino, pero no solo trabaja en él, sino que duerme allí cada vez que puede ya que su matrimonio constituye una mera formalidad. La vida de Sapphira es monótona. Tiene mucho tiempo para pensar, y cuando descubre que su marido desea que solo sea Nancy quien ordene su habitación en el molino, empezará a sospechar de ellos y su ira hará que se desate un enorme poder de resentimiento contra la niña esclava.

 

Willa Cather

En 1896 se mudó a Pittsburgh y empezó a trabajar en la revista femenina Home Monthly, y más tarde como crítica de teatro en el Pittsburgh Leader. Willa Cather comenzó a escribir tarde, a los 36 años, bajo el influjo de Henry James, cuyo estilo abandonaría pronto para adoptar una voz personal. Su primera colección de cuentos, The Troll Garden, se publica en 1905, y contiene alguno de sus relatos más famosos, como «El caso de Paul». En 1906 se trasladó a Nueva York, donde le ofrecieron un puesto para trabajar en la McClure’s Magazine. Sería en esta ciudad donde se estableciera con la que se convertiría en su compañera de por vida, Edith Lewis, a la que nombraría albacea literaria. Tras la publicación de su primera novela, Alexander’s Bridge (1912), su primer éxito fue Pioneros (1913), que narra la vida en la frontera, y que se integra en la llamada «Trilogía de la Pradera», que se completa con El canto de la alondra (1915) y Mi Ántonia (1918). La trilogía, influenciada poderosamente por la obra de la escritora Sarah Orne Jewett, cosechó un enorme éxito, y fue alabada por su capacidad de hablar con un lenguaje común de los asuntos de la gente humilde. Con Uno de los nuestros (1922) se alzó con el premio Pulitzer. Completan su producción La casa del profesor (1925), La muerte llama al arzobispo (1927) o Lucy Gayheart (1935). En 1940, en un clima de desánimo motivado por la posibilidad de intervención de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial, Cather escribió su última novela, y la más oscura y amarga entre las suyas, Sapphira y la joven esclava que volvía a los escenarios de su infancia, y que se considera su testamento literario. La novela fue un éxito de crítica y de lectores, y marcó uno de los hitos de su autora. Reputada como una de las grandes damas de la narrativa norteamericana, murió en Nueva York en 1947. Willa Cather nació en Black Creek Valley, cerca de Winchester, en Virginia, en 1873. Su familia era de origen galés y alsaciano, y cuando tenía nueve años se mudó a Nebraska, donde pasó su infancia rodeada de aventureros y campesinos de sangre ardiente, y donde conoció la vida de los pioneros.